domingo, 7 de noviembre de 2010

Retratada
Mujer sonriente, aparentemente apacible, tranquila y hasta inocente. Sus ojos aunque tímidos guardan la profundidad de su mirada fija.
Sus rasgos son contrastantes... tributo a la oposición: cabello azabache- abundante y suelto, tan libre como la sonrisa que se dibuja en un rostro que engaña. Piel blanca, llamativa como el helado de vainilla, más cercana a la claridad, al igual que las mieles de sus ojos; labios rosa, obedientes al sentimiento del momento.
El abrigo que se confunde en el color de sus largos cabellos trata de ocultar lo que un escote de naranja encendido quiere mostrar.
Aunque viste feliz y firme el brillo del mirara delata la incomodidad disimulada bajo ese disfraz.

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